A veces un simple slogan, una sencilla frase, un estribillo, significan el comienzo de un cambio de tendencia, de la consecución de un triunfo, del éxito. Si los antecedentes a esa expresión además la llenan de sentido y de razones, las opciones de que sea efectiva se multiplican por mil.
Y nos sobran las razones y los motivos. Ahora que la UEFA ya no se corta un pelo en rebajar su prestigio a la altura de un tonto que hace relojes de madera, ahora que tienen a centenares de lemmings con banderas fosforescentes y silbatos dispuestos a satisfacer a su jefe (por mucho Larios que haya en medio de sus decisiones), ahora que disfrutan de la impunidad de los dictadores... ahora, debemos estar más con el equipo y más unidos que nunca.
Mientras, estudios científicos señalan que la gestión de Cerezo y Gilmar es la peor de todos los clubes del fútbol español. Por si alguno no se había dado cuenta sin estudiar nada, con los números en la mano, independientemente de aspectos sentimentales o impresiones personales, el Atlético de Madrid es el club peor gestionado del fútbol español. Pues eso.
Los peores gestores del fútbol español y culpables de la apropiación indebida de dicho club son otro lastre que unido a la corruptela uefaliana apunta a otra ilusión rota, a otra apropiación indebida de nuestro sueño de gran club, a otro año - otro timo. A mi ya me puede el orgullo rojiblanco y va siendo hora de que la mejor afición del mundo, lo demuestre y consiga que este equipo se crea que puede ganar títulos. Exigiéndoles y animándoles como nunca. Todos sabemos que aquí cada uno va por libre, pero sería importante que por una vez se hiciera piña y consiguieramos que al menos, si caemos, sea con orgullo y como un grande.
Me niego a pensar que un afrancesado despechado y dos pseudo-mafiosillos sacados de una de Torrente vayan a dejarnos de nuevo en la estacada con cara de tontos. Me niego a otra temporada sin luchar por títulos.
Fue el otro día, después de la última gran injusticia de Liverpool y de ver a Mariano Pernía. No, no estoy de coña. Sigo manteniendo que no tiene la calidad futbolística suficiente para jugar en el Atlético de Madrid, pero el otro día demostró algo. Luchaba como el que más y hacía su trabajo al 100% de su capacidad, sin escatimar esfuerzos, respondiendo a la crítica con más trabajo. Me pareció doblemente injusto que fuera él el protagonista del no-penalti. Viéndole jugar me di cuenta de que si esta plantilla luchara y confiara en sí misma como Pernía, algo grande podría pasar.
Quiero volver a sentirme campeón.
¡¡Si, nosotros podemos!!
Y nos sobran las razones y los motivos. Ahora que la UEFA ya no se corta un pelo en rebajar su prestigio a la altura de un tonto que hace relojes de madera, ahora que tienen a centenares de lemmings con banderas fosforescentes y silbatos dispuestos a satisfacer a su jefe (por mucho Larios que haya en medio de sus decisiones), ahora que disfrutan de la impunidad de los dictadores... ahora, debemos estar más con el equipo y más unidos que nunca.
Mientras, estudios científicos señalan que la gestión de Cerezo y Gilmar es la peor de todos los clubes del fútbol español. Por si alguno no se había dado cuenta sin estudiar nada, con los números en la mano, independientemente de aspectos sentimentales o impresiones personales, el Atlético de Madrid es el club peor gestionado del fútbol español. Pues eso.
Los peores gestores del fútbol español y culpables de la apropiación indebida de dicho club son otro lastre que unido a la corruptela uefaliana apunta a otra ilusión rota, a otra apropiación indebida de nuestro sueño de gran club, a otro año - otro timo. A mi ya me puede el orgullo rojiblanco y va siendo hora de que la mejor afición del mundo, lo demuestre y consiga que este equipo se crea que puede ganar títulos. Exigiéndoles y animándoles como nunca. Todos sabemos que aquí cada uno va por libre, pero sería importante que por una vez se hiciera piña y consiguieramos que al menos, si caemos, sea con orgullo y como un grande.
Me niego a pensar que un afrancesado despechado y dos pseudo-mafiosillos sacados de una de Torrente vayan a dejarnos de nuevo en la estacada con cara de tontos. Me niego a otra temporada sin luchar por títulos.
Fue el otro día, después de la última gran injusticia de Liverpool y de ver a Mariano Pernía. No, no estoy de coña. Sigo manteniendo que no tiene la calidad futbolística suficiente para jugar en el Atlético de Madrid, pero el otro día demostró algo. Luchaba como el que más y hacía su trabajo al 100% de su capacidad, sin escatimar esfuerzos, respondiendo a la crítica con más trabajo. Me pareció doblemente injusto que fuera él el protagonista del no-penalti. Viéndole jugar me di cuenta de que si esta plantilla luchara y confiara en sí misma como Pernía, algo grande podría pasar.
Quiero volver a sentirme campeón.
¡¡Si, nosotros podemos!!
2 comentarios:
El fútbol no es luchar, es tener calidad y saber jugar. Si fuera todo luchar, pondríamos a once chavales del filial y se comían el campo. El fútbol es arte, no lucha. Un abrazo.
A perro flaco... Yo también quiero luchar por algún título, cuando lo he leído, he caído en la cuenta de cuánto tiempo hace que no luchamos por nada valioso.
A ver qué somos capaces de hacer en Pamplona porque sin Liga se va una parte grande de la temporada y si no le ganamos al Osasuna comienza a verse muy lejos la idea de pelear con los grandes. Un abrazo.
P.D.: Espero lo tuyo esta semana. Gracias.
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